Esta mañana he recibido un correo electrónico que me ha devuelto la ilusión. En realidad no ha sido nada trascendental, pero sí esperanzador. Una empresa privada, de índole nacional, ha tenido la consideración de contestar tras mi petición de empleo. Me encanta que estas cosas pasen porque no son frecuentes, al menos en la actualidad. A mí ese detalle me permite valorar esa empresa, es que cuidar la comunicación tanto interna como externa es muy positivo. Yo le doy un OLÉ a la empresa por su buena gestión y a su personal por desempeñar bien su trabajo. Soy consciente de que en estos días deben ser muchísimas las peticiones laborales que reciben las empresas, las instituciones y las organizaciones españolas, pero también sé cómo se sienten los millones de desempleados de este país -entre los que me incluyo-. Las situaciones difíciles sirven para medir la valía tanto del que está en la cima como el que está en el suelo. Seamos más humanos y respetemos la situación. Lo digo por aquella gente que 'machaca', que 'pregunta' y 'vuelve a preguntar si tienes empleo o no'. Precisamente, esa gente a la que me refiero tiene un trabajo acomodado y no tiene de qué preocuparse. A veces no hace falta preguntar, simplemente mirar a los ojos o analizar las rutinas diarias de cada uno.
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