María...

El domingo pasado una princesita llamada María consiguió unir a toda la familia, con motivo de su primera comunión. En todo evento que se precie son muchos los preparativos y muchas las decisiones a tomar, pero es en el camino donde se halla la felicidad. Todo ese proceso es el que construye un gran evento, una gran fecha, un gran día como el que vivimos el 13 de mayo de 2012. La pequeñaja de la familia con sus ojitos azules, su pelo rubio, su tez blanca y su simpatía ha conquistado a toda la familia. En la iglesia destacó por su interés en contestar a las preguntas del sacerdote. Para ella ese día era especial porque lo compartía con sus familiares y porque estaba más cerca de Jesús. Sus abuelitos paternos no pudieron verle, pero estuvieron presentes durante toda la ceremonia tanto en la iglesia con en el convite. Lo más emocionante de la jornada fue el vídeo de fotos de la princesita con todos nosotros, entre los que salían los abuelitos. Fue un momento muy especial, muy emotivo e inolvidable. Con respecto a la celebración de la primera comunión, debo reconocer que me parece todo un acierto que los niños y niñas reciban formación en valores, que desde pequeños empiecen a marcar sus prioridades... Esta niña promete, tiene mucha personalidad y tiene muy claro lo que quiere. Espero poder compartir con ella infinitos momentos felices como el del domingo.